– Soldados del fuerte de El Morro continúan con la costumbre
Por Jorge Huerta E./ informatePR
La Habana, Cuba.- Carretas tiradas por caballos, vendedores de libros, artesanos y expendios de bebidas tradicionales como el “mojito”, inundan las callejuelas de la Fortaleza de El Morro durante la noche.
Quince minutos antes de las nueve, se escucha una voz que anuncia, junto con el pelotón, la diligencia armada que protagonizará el Cañonazo de las Nueve, en la entrada marítima a la bahía de la Habana vieja.

Vestidos a la usanza del siglo XVIII, jóvenes del ejército cubano representan a los militares en la época de la colonia. En aquel tiempo el cañón anunciaba a las 4:30 am la apertura de la fortaleza y el cierre a las 9:00 pm, hora en la que actualmente se ejecuta el cañonazo con la consabida preparación.
Con antorcha en mano, la voz de mando marca el camino hasta llegar a la plataforma del cañón, durante el trayecto grita consignas de la época, mientras las nutrida concurrencia espera la hora del estruendo.
A las 21:00 horas en punto el rugido del cañón toma desprevenido a más de uno; la exclamación de la multitud no se hace esperar.

Así como llegaron, los militares del rey se retiran con la marcialidad acostumbrada.
El complejo militar de El Morro está conformado por baluartes, fosas y cuarteles, mismos que albergan cafeterías, librerías o restaurantes para los turistas.
Todos los días, la tradición del Cañonazo reúne a cientos de turistas internacionales que gustan de las costumbres y tradiciones de Cuba, particularmente de la Habana. (agosto/2013)








