Rutilio López vivió los cambios en la iindustria petrolera de la región, incluso antes de la Expropiación petrolera (Foto: Jorge Huerta E.)
Rutilio López vivió los cambios en la iindustria petrolera de la región, incluso antes de la Expropiación petrolera (Foto: Jorge Huerta E.)

– Rutilio López construyó caminos de Furberos a Espinal y levantó la tubería de pozos cerrados

Por Jorge Huerta E./ informatePR

Melchor Ocampo, Espinal, Ver.Rutilio López recibía de parte de PEMEX el pago con monedas de plata 0.720 por levantar los tubos de antiguos ductos en Furberos, que transportaba en la maquinita al campo de Poza Rica, luego del cierre de uno de los primeros campos petrolíferos de la región del Totonacapan, en la comunidad coatzinteca.

Él manejaba maquinaria pesada que podía remover las tuberías que se habían utilizado en los primeros pozos mayormente explotados por la compañía “El Águila”, que luego de mover el campamento de Calichar a Poza Rica fueron cerrados o taponados, algo que se aceleró con la Expropiación de 1938.

Rutilio López nació en Acaxochitlán, Hidalgo, en la década de los años 20 del siglo pasado y llegó muy joven a la región, afirma que su padre vino durante la construcción de la vía férrea de lo que sería la maquinita Cobos- Furbero; dice que había unos mil trabajadores en su construcción.

Don Rutilio López despues de una jornada de trabajo en el campo (Foto: Jorge Huerta E.)

Expresa que los gringos anduvieron a lo pendejo buscando llegar a Sábanas de Xalostoc, pero se toparon con la montaña, tenían que dar una vuelta muy larga, así es que al parecer desistieron por la dificultad, sin embargo, en Furberos que ya habían encontrado yacimientos, finalmente ahí establecieron sus actividades.

Donde hoy se localiza un campo de futbol era una presa que utilizaban para alimentar las calderas, pues los motores de los equipos eran de vapor. Una máquina de vapor movía los pozos 30, 35 y 43. Otros pozos era el 27 y el 9. “Cuando bombeaban el pozo aquí bajaba el balancín por medio de combinaciones subía el balancín y jalaba una cadena que jalaba una varilla y cuando subía el balancín y la varilla iba y venía”. “Las detonaciones se escuchaban en toda la montaña”.

Rutilio recuerda cuando era niño trabaja en la ordeña de vacas e iba a la entrega de leche, pues lo dueños trabajaban en las compañías petroleras; asegura que los últimos petroleros se los llevaron a Poza Rica en 1936, sólo se quedó Jesús Macias para cancelar los pozos que aún se encontraban en producción.

También cuenta en un tiempo vendió pan en Palma sola, lugar donde se encontraba una fabulosa hacienda que llegaba hasta La laja por un lado y por el otro a Buena vista, también colindaba con el municipio de Espinal y ésta era administrada por Juan Pérez. Comenta que también vivió en Totolapa, donde conoció a Sóstenes Lara, por 1939 y por entonces arreaba los becerros de la señora Felícitas en la comunidad de La Bomba.

El Aserradero

Al final de la vía en Furberos como última parada del trayecto desde Cobos, había un aserradero propiedad de unos españoles, Rutilio López afirma que cada día se aserraban unos 10 mil pies de caoba, palo de rosa y uno que otro cedro, pues esta zona no es de cedrales; dice que en la montaña había muchos árboles, y al día cargaban alrededor de tres o cuatro camiones que llevaban la madera a Estados Unidos y a la Ciudad de México, y es por eso que el paisaje cambió.

La maquinita

Mientras la maquinita que corría de Cobos, Tuxpam a Furberos, Coatzintla, ésta se aprovechaba para el transporte de diversa índole, ya que en Poza Rica no había tiendas las mujeres se iban en una plataforma que le llamaban la jaula como pasajeras para la compra, otro de los espacios era para las herramientas, incluso para la madera. En ese entonces Poza Rica era un campo pequeño y las pocas tiendas que había eran de los Patiño.

Modesto Balderas, jefe del departamento de Materiales de Petróleos Mexicanos enviaba la maquinita y las herramientas a Furberos para que se transportaran los fierros que ya no se utilizaban en ese campo, “él mandaba la máquina la ponía en la orilla con las bestias a la orilla y me pagaban a 7 u 8 pesos por cada tubo de dos pulgadas… yo iba y le reportaba y me pagaba en la pagaduría con puro peso de plata de 0.720… llevaba yo mi morralito…”

Rutilio dice que jamás tuvo la ilusión de ser petrolero, de trabajar en Pemex bajo un contrato, sin embargo, si realizaba alguna labor era bien remunerada, al momento de la entrevista se encontraba sobre un tractor de su propiedad, en su casa en la comunidad de Melchor Ocampo; siempre tuvo la idea de sembrar la milpa y tener sus animales.

También recuerda a Juan Fisher como jefe de campo en Furberos, dice que conoció al hijo, pero quiso haber conocido a su padre, “el viejo era el jefe del campo de Furbero… se fue en vida… después trabajo Juan Fisher hijo… no recuerdo del apellido de la mamá… parece que la mamá se llama Aurora…”

Rutilio López durante las faenas realizadas en la zona de Furberos se ha encontrado con algunos objetos como botellas, aislantes, incluso un águila que había facilitado al gobierno del estado cuando era mandatario Rafael Hernández Ochoa, sin embargo no volvió a recuperar el águila que había encontrado en el campo como los demás objetos antiguos. (entrevista realizada el 31 de julio de 2018)

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