Por Jorge Huerta E./ informatePR
La Habana, Cuba.- Pedir botella es una de las costumbres en Cuba implantadas desde el llamado periodo especial (principios de los noventa) donde la escasez de combustible se hizo presente y que mostró la solidaridad del pueblo cubano hacia quienes tenían la necesidad de trasladarse de un lugar a otro.
La desintegración de la Unión Soviética y el incremento del bloqueo a la isla, trajeron como consecuencia una depresión de la economía que obligó aprovechar las rutas y viajes de vehículos para trasladar a los ciudadanos comunes, práctica que ha sobrevivido hasta nuestros días.
La diferencia del aventón en México y pedir botella en Cuba es que en el país caribeño se da en distancias cortas, incluso dentro de la misma ciudad.
Es común ver mujeres salir de sus respectivos trabajos y esperar del lado izquierdo del vehículo (donde va el conductor) para solicitar ser llevadas a algún punto cercano de su trayecto.
La disminución de combustibles automotores provocaron el uso de motocicletas y bicicletas; en el centro de la Habana podemos ver muchos bicitaxis y cocotaxis para uso turístico.
Aunque el sobre nombre de Guaguas a los vehículos del transporte colectivo aún continúa, en la capital cubana hay autobuses modernos para el transporte de pasajeros, además de los populares Turibús.
La mayoría de los vehículos en Cuba parecen salidos de una película de mediados del siglo XX, muchos en excelentes condiciones, que sirven de transporte para el turismo extranjero, les llaman máquinas.
Revolución
“Habrá un antes y un después de la revolución energética”, reza un cartel con la imagen de Fidel Castro en una de las calles de Guanajay, 50 años después de la revolución armada que derrocó al dictador Fulgencio Batista.
En este momento, petroleras extranjeras se encuentran explorando los yacimientos de hidrocarburo en aguas profundas de la isla, con esperanza futura de explotarlos.
Esa revolución apenas llegará.