Martha Gómez Atzin y las mujeres de humo se presentaron en la facultad de Trabajo social de la UV
Martha Gómez Atzin y las mujeres de humo se presentaron en la facultad de Trabajo social de la UV

– Martha Gómez Atzin presenta comida tradicional en Trabajo social de la UV

Por Jorge Huerta E./ informatePR

Poza Rica, Ver.- Las afamadas “mujeres de humo”, cocineras tradicionales en el totonacapan son un grupo de féminas que luchan por sus derechos, laborales y de género, que surgieron fortuitamente y que hoy mismo, además de preparar alimentos de la región, han presentado libros de recetas y medicina tradicional.

Martha Gómez Atzin, quien encabeza el grupo, afirma que no es la jefa, sin embargo, ha sido la cara que representa a esas mujeres que buscan un espacio laboral digno, acorde a sus capacidades y conocimientos en la preparación de los platillos de la región, ante la abundante variedad de hierbas, flores, vainilla y animales que se transforman en alimentos con su sello distintivo.

El maíz tranfosmado en platillos de la región totonaca

En una plática con estudiantes de Trabajo social de la Universidad Veracruzana, Gómez Atzin hizo una remembranza del surgimiento de las cocineras hace ya mas de veinte años, cuando llegaban médicos a hacer investigaciones de las plantas medicinales en la región; algunas mujeres les daban alimentos durante su estancia y la sazón dio al clavo.   

En la casa de las máscaras, un espacio familiar que albergaba una serie de máscaras de bailes y tradiciones del totonacapan, se había transformado en un museo comunitario y al mismo tiempo en la cocina tradicional donde los médicos empezaron a solicitar talleres sobre la forma de preparar los alimentos.

Cocina tradicional de la región y bailes jarochos en la Universidad Veracruzana (Foto: Jorge Huerta E.)

Cumbre Tajín

Posteriormente, durante la celebración de la primera Cumbre Tajín, en el interior de la zona arqueológica del mismo nombre, Martha Atzin y un pequeño grupo de cocineras fue contratada para dar de comer a algunas personas, el éxito fue creciendo y a la postre se convertiría en un lugar de donde podían ya considerarlo como un trabajo y solventar lo necesario para vivir.

Hoy, más de veinte años después, ese grupo de mujeres ha crecido al grado de ser reconocidas en distintos puntos del país además de ganarse el título de embajadora culinaria de México en el extranjero; pero no todo ha sido miel sobre hojuelas, pues esas mujeres han tenido que romper esquemas en una sociedad machista.

Martha Gómez Atzin en la facultad de Trabajo social de la UV (Foto: Jorge Huerta E.)

Movimiento feminista

Las mujeres de humo tuvieron que abrirse camino en un lugar marcado por tradiciones costumbristas donde ellas tiene pocos derechos y más aún siendo de pueblos originarios; muchas no tenían el permiso de sus esposos para trabajar, sin embargo, al mismo tiempo que aprendieron a cocinar, también hicieron lo propio para pedir por sus derechos al trabajo digno.

Otro de los factores que tuvieron que sortear, es que entre las mujeres jóvenes no querían portar el traje a la usanza totonaca, pues se avergonzaban de ello, pero al final se convencieron que esa parte de su identidad, les daba la particularidad de ser tratadas como personas con importancia, por la sabiduría culinaria mostrada.

Participación de estudiantes de trabajo social (Foto: Jorge Huerta E.)

En 1999 una fuerte inundación en toda la región devastó caminos, casas habitación e infraestructura en diversos municipios, lo que afectó la movilidad y tuvieron que adaptarse a las circunstancias y sacar lo mejor de sí, para poder alimentarse ante la tragedia, la falta de comida las hizo reflexionar cuando ya se creían que lo habían aprendido todo.

Martha platica que ante la escasez por esa circunstancia tuvieron que buscar entre las hierbas, flores y animales del monte; de ahí se vieron forzados a preparar otras alternativas. “Comimos raíces, flores y animales de monte cuando la necesidad… caldo de chayote con flor de izote, flores, bejuco, tlacuache y mapache…” tuvieron que cocinar sin aceite.

Estudiantes y catedráticos de la UV, durante el Festival de la interculturalidad (Foto: Jorge Huerta E.)

Ritual

Los pueblos originarios conservan ciertas costumbres que, aunque han cambiado con el tiempo, muchas de ellas guardan su origen. En medio de la milpa realizan una ceremonia para pedir mejores cosechas; tenían que escoger el maíz colocarlo en el altar y quemarlo en el monte. “Le pedías permiso a la madre tierra tenía que ser en medio de la milpa…” afirma.

Posterior a la plática, Martha Gómez Atzin y las mujeres de humo prepararon in situ, platillos regionales con un par de fogones entre las aulas, los alumnos y catedráticos se deleitaron con la transformación del maíz, hecha masa y posteriormente el toque del arte culinario totonaca, mientras se presentaron bailes folklóricos por parte de los universitarios, en el marco del primer foro intercultural. (25/mayo/2023)

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