Cigarrillo electrónico

– Prohibición

Por Mario Noriega Villanueva/ informatePR

Ya era tiempo que alguien detuviera el grave daño que hace a la salud el consumo de cigarrillos electrónicos y vemos con agrado que el gobierno federal puso el “dedo en la llaga”. En el futuro se prohíbe su circulación y comercialización. Eso es positivo para todos los menores principalmente, que los adquieren con todo y los costos elevados a que se cotizan  –300 pesos–, ignorando el daño que contraen finalmente porque les causa cáncer.

Fue el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dio a conocer hace pocos días, haber emitido el decreto que contempla la prohibición la circulación y comercialización del nocivo producto. Todos aquellos empresarios que se dedican a producir y venderlo, tendrán que dejarlo de hacer porque de lo contrario, incurrirán en un delito por el cual pueden ser denunciados y castigados penalmente.

El titular del poder ejecutivo federal, ha dicho que la mayoría de los consumidores, ni sus padres y madres, “no saben  el daño que ocasiona”. En tanto que Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promocion de la Salud de la Secretaria del área, advertía del daño que el consumo de cigarrillos electrónicos causa a la niñez y la juventud primordialmente. Hay algunos pequeños que desde los 7 años empiezan a explorar los productos que son dañinos y adictivos, de manera grosera y abierta”.

Hizo saber el engaño de los industriales del tabaco dicen que los vapeadores y cigarrillos electrónicos son menos dañinos, lo cual carece de toda verdad y oficialmente se ha comprobado lo contrario, pues todo cigarro contiene sustancias cancerígenas, por lo que señala que el decreto del presidente no solo prohíbe la exportación, sino la circulación y comercialización de estos productos.

Es sin duda una medida positiva indica López Gatell, porque hasta la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), lanzo la alerta máxima sanitaria por los riesgos que representan estos productos llamados vapeadores en todas sus modalidades. Corresponde a los padres de familia estar más pendientes de sus hijos para orientarlos y aconsejarlos de los riesgos que se corren al consumirlos.

La explicación que dio  López Gatell, ha sido correcta y ahora ha llegado la hora de estar más cerca de los niños y adolescentes para que no sean inducidos a consumir esos productos cuya comercialización prohíbe el decreto.

Sugerencias, críticas y comentarios: marionoriegav41@gmail.com

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