Panorámica de Poza Rica (Foto: Jorge Huerta E.)

Por Jorge Huerta E./ informatePR

Poza Rica, Ver.- En punto de las 12:00 de la noche del 31 de diciembre, o las 00:00 horas del 1 de enero, según el punto de vista, se volvió a escuchar, como cada año, el silbato de PEMEX en el Complejo Poza Rica, antes, Distrito Industrial que marcó el final y al mismo tiempo el inicio de otro año en la ex capital petrolera de México, la ciudad de los mecheros.

Inmediatamente después, la lluvia de cohetes y balazos se mezcló con el rocío de la noche fría y húmeda, en un lugar con clima tropical donde la temperatura promedio es de 24.4 grados Celsius, y donde en verano, la sensación térmica puede llegar casi a los 50 grados.

Poza Rica se vuelve en el mes de diciembre, así como en semana santa, un lugar de vacaciones familiares, pues muchas personas que han trabajado, estudiado o nacido en este terruño, vuelven en la temporada invernal, donde las reuniones son recurrentes, algo que se refleja en el primer cuadro de la ciudad o en los centros comerciales y de abastecimiento de alimentos; casi siempre te encuentras a “alguien de la secundaria”.

Poza Rica, la ciudad de los mecheros (Foto: Jorge Huerta E.)

La casa de mi madre siempre ha sido como un imán familiar, el sazón que posee de manera natural, afianza esta afirmación, ya que siempre está dispuesta a preparar algo de la cocina típica de la región a base maíz (masa), ya sean bocoles con asientos de chicharrón, estrujadas, enchiladas con cecina o cualquier otro platillo que ha sobrevivido desde hace décadas cuando los trabajadores petroleros iniciaron actividades en este lugar por ahí de los años treinta del siglo pasado.

Desde las 2:00 pm la ausencia de taxis en el centro de la ciudad, ha acentuado el problema de movilidad hacia las colonias de la periferia, donde incluso las tarifas subieron hasta 200 pesos ante la falta de transporte público en las últimas horas del 2023 y las primeras de 2024, algo notorio en una ciudad donde supuestamente serían unos 5 mil concesionarios de taxis. Las largas filas en las paradas son cada vez más evidentes de la deficiencia en la perstación.

El cierre tempranero en las tiendas de autoservicio como Chedraui y Soriana (20:00 hrs) provocaron las compras de pánico en Alvisar, pues habían anunciado que estarían abiertos al público hasta las 11:00 pm. El departamento de panadería trabajó a marchas forzadas en los hornos donde las baguettes iban saliendo poco a poco para satisfacer la demanda para la cena de fin de año.

El silbato de Pemex

El silbato tradicional que suena de lunes a viernes y que lo hace para marcar la entrada y salida de los trabajadores petroleros desde mucho tiempo atrás, es esperado en las casas de los habitantes de la zona conurbada de Poza Rica, ahora llamada zona metropolitana; las doce campanadas o el consumo de uvas para cada deseo, no se hace esperar.

Ese famoso silbato que se escucha en el valle de Poza Rica, también se ha hecho tocar cuando existe un problema dentro de las instalaciones petroleras, en caso de emergencia, siempre dispuesto a resonar en los últimos segundos de cada año, esta vez no ha sido la excepción. Desde aquel inicio de la canción que marcó una época con su “cuanto indio de morral con casco, ya parece batallón, pero no señores, es gente de perforación…”

Hoy con una composición más contemporánea del siglo XXI… “soy de donde el sol sale con ganas, tempranito, donde suena aquel silbato de vapor…”, fragmento de “Yo soy acá” de Paco Reyes “Papichi”, también hace referencia a la vida obrera de la industria petrolera, mismo que ha acompañado a múltiples generaciones, desde la época estudiantil hasta la laboral.

El brindis del bohemio

En esta ocasión no se escuchó en nuestra casa el brindis del bohemio, aquel poema que durante décadas mi padre hacía que escucháramos del tocadiscos o consola, con un disco de vinil de 33 rpm cada 31 de diciembre: “Olvidaba decir que aquella noche, aquel grupo bohemio, celebraba entre risas, libaciones, chascarrillos y versos, la agonía de un año que amarguras dejó en todos los pechos, y la llegada, consecuencia lógica, del ¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!”

Mi padre, que partió a otro plano hace algunos años, siempre imprimió un estilo de convivencia en nuestro entorno familiar donde la prioridad ha sido la unión a través de estas reuniones donde todas las generaciones nos encontramos para platicar, comentar y discutir algunos temas en los que quizá no estamos todos de acuerdo, pero cuando menos, sí dispuestos a escuchar.

Ya entrada la madrugada y el sereno húmedo en estas primeras horas de la madrugada, en casa de mi suegra, donde también nos dimos cita otra fracción de la familia, la caída de gotas diminutas de agua dio un toque especial al primer día del 2024. Nos dimos un festín con pierna al horno, puré de papá bien cristalizado y espagueti con un toque picante y el consecuente brindis tradicional.

El paseo de la burrita

Ya alrededor de las 5:00 am un joven corría atrás de único taxi por los alrededores, una suerte que no podía dejar pasar; otro transeúnte más resignado, con paso vacilante había recorrido ya, gran parte del trayecto que en décadas atrás utilizaron los primeros habitantes de este lugar, montados en la maquinita llamada “la burrita”, que, aunque era para la utilización de la naciente industria petrolera, también tuvo otros usos, como transporte ciudadano.

Y como anuncio de las cabañuelas, en el día 1 de enero bien soleado, propone no ser un mes tan frío como lo auguraba la ola de frentes fríos de la temporada, pues apenas llevamos el frente 22 de un total de 56. La mínima temperatura para la segunda noche del año es de 17 grados, muy fresca para los pozarricenses.

A partir de este día no habrá filas para comprar pan, sopes, tacos, elotes, cacahuates y demás estimulantes del sentido del gusto; seguramente los taxistas tendrán alguna promoción para ofrecer sus servicios (risas), aunque olvidaba que aún queda pendiente el desfile de Reyes que el ayuntamiento (de los desfiles) ha anunciado para el sábado venidero, así como la rosca gigante que quizá rompa un record como aquel zacahuil que traería al turismo (más risas).    

Aquel silbato de vapor que suena diariamente de lunes a viernes para levantar a los petroleros y no petroleros, volverá a tocar a las 12:00 am del 31 de diciembre de este 2024, así es que empieza la cuenta regresiva… mientras tanto, ¡¡¡bienvenido 2024!!!

PD. La imagen de la panorámica de Poza Rica de un servidor se ha convertido en una imagen icónica de nuestro terruño. Como dato adjunto: la tomé desde el Cerro del Abuelo en 2007 en formato jpg, antes de utilizar raw y tratar de convertirme en un profesional de la imagen.