En ese lugar sembraron la semilla de lo que hoy es el municipio de San Rafael, pueblo singular que ha conservado algunas de las costumbres del país europeo.
A través del océano atlántico llegaron al mismo tiempo, tejas fabricadas en Francia para las casas del lugar; escama de pescado, le llaman.
A pesar del legado histórico y cultural, las viviendas de Jicaltepec no cuentan con respaldo alguno para preservar ese patrimonio.
Valo Camet, uno de los descendientes de aquellos franceses aventureros, afirma que él mismo fabricó las tejas para las últimas casas construidas hasta mediados de los años 50, hace ya más de 60 años.
La región veracruzana de San Rafael ha sido una tierra próspera para los franceses que decidieron quedarse en México. El cultivo de la vainilla, tabaco, café y plátano, además de la producción de lácteos han sido unas de las actividades preponderantes del desarrollo de la comunidad.
A pesar de compartir muchas cosas, San Rafael y Jicaltepec, existe un marcado contraste entre las dos poblaciones, mientras San Rafael adquiere su soberanía como municipio libre en el 2003, Jicaltepec, perteneciente al municipio de Nautla se encuentra prácticamente en el olvido.
En los últimos años se han hecho esfuerzos con la creación de obras literarias y videos documentales para el rescate de las tradiciones traídas de Francia a esta región, sin embargo los tejados de Jicaltepec están expuestos a su extinción ante el paso inexorable del tiempo. (InformatePR 2012)