Un grupo de feligreses marcha por las principales calles del otrora pueblo mágico; tambores resuenan por las calles y al mismo tiempo estrellas multicolores adornan fugazmente las calles por las que pasan.
Mientras eso sucede, en el interior de la parroquia de San Miguel Arcángel, la más fotografiada del pueblo, pues su arquitectura emula a las catedrales coloniales de Europa; además se localiza en un punto estratégico, frente al palacio municipal, sede de los poderes civiles y el parque central que es llamado “el jardín”.
De los tres barrios principales salen cada uno de los contingentes y convergen en el jardín central, frente a la parroquia.
NOVENTA Y TRES AÑOS
La Alborada este año cumple su versión 93, que desde 1924 se instauró como fiesta patronal en San Miguel de Allende; la reseña de la alborada cuenta con 18 años ya.
En la fábrica de textiles “La aurora”, algunos trabajadores llegaron de otros municipios a principios del siglo XX y trajeron consigo algunas tradiciones de sus lugares de origen como Salvatierra, Guanajuato y de Villa Hidalgo, Michoacán, entre las que destacan las coloridas estrellas de papel sostenidas con una vara.
Ellos adornaban con las estrellas su fiesta en honor a la Virgen de la luz; autoridades civiles y eclesiásticas sanmiguelenses pidieron se incorporaran a la fiesta de San Miguel Arcángel algunos de estos motivos foráneos; así nació la fiesta de la Alborada.
Dieciocho años atrás se inició a la fecha, se dio inicio a la Reseña de la Alborada, creada como homenaje a las personas que hicieron posible la celebración de la Alborada.
Durante la fiesta, otro de los atractivos para los asistentes son las mojigangas, esculturas gigantes de papel que caracterizan a personajes populares y con las cuales la mayoría quiere una selfie.
El rugido de la réplica de un cañón en miniatura también se lleva la admiración de propios y extraños; en el recorrido se van haciendo los preparativos para que éste le ponga el sabor (sonoro) tradicional mexicano, junto con la infaltable pirotecnia.
Ya por la noche un espléndido programa. En esta ocasión le tocó al ballet folklórico del estado de Chiapas; acompañados, por supuesto del baile de los “parachicos”, que ostentan el nombramiento de Patrimonio inmaterial por la UNESCO. (22/septiembre/2018)